lunes, 30 de abril de 2007

De los gatos, o entre erotismo y seducción

“Misógino aprendiz de seductor que canta rock and roll para exigirle a las estrellas…”

Fito Páez y Joaquín Sabina. Delirium Tremens.


Vimos “Saló”, la película de Pasolini. O más bien intentamos verla. Si no la vimos fue porque algo quedaba como aquello que no cesa de no decirse. Para mí eso de lo no dicho eras tú; era “yo con tú”. Antes habíamos hablado de lo mucho que te gustan los gatos. Habíamos hablado de los gatos y de su estilo seductor. Yo te decía que lo seductor en los gatos era su ronroneo, ese estado puro de goce, esa indiferencia con los otros, ese carácter derechamente masturbatorio del seductor (como Don Giovanni en la ópera de Mozart: de mujer en mujer sólo para recibir la mirada en su goce masturbatorio). Cuando un gato camina es como si bailara tango. Quizás por eso te gusto, porque hay en mí una gestualidad propiamente teatral, como de tango, como de ronroneo.

No es tan fácil llegar a ser gato. Primero que todo, es necesario deshacerse de las ilusiones. Por ejemplo, deshacerse del amor. Te lo digo de una vez. El amor se sostiene en un engaño fundamental: tratamos de llenar, de saturar, la abertura del deseo del Otro, ofreciéndonos al Otro como objeto de su deseo. Así, la respuesta del amor es: “Yo soy lo que a ti te falta; con mi devoción a ti, con mi sacrificio por ti, te llenaré, te completaré”. Un gato no cree en eso. Pas du tout.

Te lo digo de otra forma. El amor es siempre una operación narcisista, una operación doble: el sujeto intenta llenar su propia falta ofreciéndose al otro como el objeto que llena la falta en el Otro. ¿Lo ves? El engaño del amor, la ilusión del amor, la falsedad del amor, es que esta superposición de dos faltas anula la falta como tal ofreciéndonos una completitud mutua. El amor ignora que no es más que el deseo de ser Uno (“hacer Uno con dos”). Por eso el amor es impotente.

Ahora te quedará más claro. El amor es una operación de desconocimiento, de desmentida de un hecho fundamental: el hecho de que el secreto del sexo es que “no hay relación sexual”, que la relación sexual es una imposibilidad en sí misma (gran secreto que guarda el psicoanálisis). El amor suple la ausencia de relación sexual. Entre copa y copa ya habíamos hablado de esto. En la relación sexual no hay relación con ese otro empírico, sino sólo con la fantasía que nos hacemos de ese otro. El hombre sólo puede relacionarse con la mujer en la medida en que ella entra en el marco de su fantasía. La imposibilidad de la relación sexual se oculta con la puesta en escena de la fantasía. Más allá de esa fantasía encontramos sólo pulsión –como decía Freud (por quien no pareces sentir mucho cariño), lo perverso polimorfo. “No hay relación sexual” quiere decir también que la sexualidad lo invade todo (y de eso sí que sabía el viejo Freud) justamente porque no puede encontrar satisfacción en sí misma, porque nunca alcanza su objetivo –y siempre desborda.

Por favor, fíjate bien. En el amor opera un malentendido infantil: se intenta tomar a cualquier otro por el objeto que daría satisfacción al goce formando Uno consigo -eso que Lacan llamó “objeto a”, objetivación de un vacío radical…lo real imposible. Si el “objeto a” es una metáfora de ti o de mí poco importa para un gato. Lo que importa es que el objeto de amor es siempre contingente, sólo viene a ocupar un espacio vacío (y que lo seguirá siendo eternamente). El objeto de amor es siempre un objeto metonímico, ese objeto que nunca está ahí, que siempre está situado en otra parte, que siempre es otra cosa. El deseo es siempre deseo de Otra cosa, de lo que falta, de lo perdido primordialmente. Pero claro, no queremos saber nada de eso, por ello inventamos el amor y creemos en él. El querer “hacer Uno con dos” es querer no saber nada de tal metonimia. Entonces, el amor funciona como un argumento imaginario que llena el vacío, la abertura del abismo del deseo. Creo que a ti te gusta esa palabrita: “deseo”, aquello que es a pesar de ti misma.

Pero no se entiende al amor si no se entiende al “fantasma” (soporte del deseo). A esta altura me preguntarás: ¿Cómo se convierte un objeto contingente en objeto de deseo? Yo te respondo: cuando hay algo en él que es más que él, mediante su ingreso en el marco del fantasma, en la escena de la fantasía que soporta el deseo del sujeto. Cuando alguien dice “te amo”, en realidad está diciendo: “yo te hago ingresar a mi fantasía fundamental”, “amo en ti eso que es más que tú”. Recuérdalo: en ti más que tú. El hombre sólo puede alcanzar a la mujer a través del fantasma. Pero ello equivale a poner a la mujer en la posición del objeto causa del deseo (“objeto a”) y no como objeto de goce. Otra vez: “no hay relación sexual”. Lo repito de otra forma: cuando un hombre intenta alcanzar sexualmente a una mujer sólo se encuentra con ese “objeto a”. Te habrás dado cuenta que caemos entonces en el problema de la realización del deseo: cuando encontramos en la realidad un objeto que tiene todas las propiedades del objeto fantaseado del deseo, necesariamente quedamos a pesar de todo algo decepcionados, se nos hace evidente que el objeto encontrado finalmente no es la referencia auténtica del deseo (decimos: “ah, puta, esto no es”).

Déjame ser un poco ridículo y citar a Lacan: “AMAR ES DAR LO QUE NO SE TIENE A ALGUIEN QUE NO LO QUIERE”. Permíteme ahora una sentencia estúpida: el amor es pura ideología. Sentencia funesta, qué le vamos a hacer.

Cuando vimos “Saló” yo te hablé del Marqués de Sade. La importancia de Sade es que por primera vez hizo ver a la sexualidad como fenómeno político (y con ello Sade se adelantó dos siglos a Foucault). Dolmancé, uno de los personajes más notables de la literatura sadeana, es el perfecto transgresor de la ideología del amor, es un político radical, todo un revolucionario –el perverso siempre lo es.

Pero volvamos a los gatos. Volvamos a la seducción. El otro día leías a Baudrillard (Q.E.P.D) y te acordabas de mí. Él hablaba de la seducción como “crimen originario”. Es como si Baudrillar hubiera escuchado a Gustavo Cerati, o al revés. Pero yo no creo que los gatos sean unos criminales, pero sí que son difíciles de tratar. Ya te decía que cuando un gato camina es como si bailara tango, se te puede escapar en un leve movimiento de cola. Y en eso reside precisamente parte de su carácter seductor. La seducción es del orden del artificio; trabajo del cuerpo a través del artificio. Es del orden de lo ritual.

El ronroneo del gato es un juego libidinal de indiferencia con los otros, puro goce masturbatorio. Allí reside el carácter subversivo de la seducción, en la irreconciliación con el otro, en la afirmación de la extrañeza de lo otro. La seducción tiende siempre a descentrar respecto a la identidad: es la insistencia de la alteridad radical. Cuando vimos “Saló”, yo estaba completamente descentrado (y no sólo por el vino).

Ojos que aprendan a mirar. Seducción viene de Se-ducere: llevar aparte, desviar de su vía…estrategia de desplazamiento. Producir viene de Pro-ducere: poner las cosas en la obscenidad de la mirada. La seducción no es producción. La seducción saca las cosas del orden de lo visible. Es mantener latente el secreto. La producción es siempre pornográfica: por ejemplo, hace del sexo algo más real que lo real: voyeurismo de la representación (ni siquiera el psicoanálisis escapa a eso). Hay una disolución de las cosas en la transparencia de la mirada; la obscenidad del porno consume su objeto. Fin del secreto. Ya te habrás dado cuenta de que vivimos en una verdadera cultura porno: todo tiene valor de uso, todo es puesto en escena. La era de la producción es también la era del fin de la seducción. Nuestra cultura es la cultura de la eyaculación precoz.

Labios que quemen. La seducción no niega el deseo, se limita a ponerlo en juego, y sólo puede hacerlo en la medida en que es femenina. En su caminar, el gato es femenino. Lo femenino siempre está en otra parte, seduce porque nunca está donde se piensa. Nunca sabemos en realidad lo que quiere decir una mujer (dice “No” cuando quiere decir “Sí”). Tú lo sabes mejor que yo. La mujer es lo femenino como apariencia. La mujer es mascarada, travestismo: todo es maquillaje, teatro…seducción. Simulacro. La seducción sustrae al discurso de su sentido. Por eso hay un miedo a ser seducido. Pero no nos engañemos, para seducir es preciso haber sido antes seducido. En ese juego de uno con el otro se quiebra la lógica del sujeto/objeto. Es un remolino del que no se sale ileso.

Lluvia de semen. ¿Pero cuándo transgredimos los límites de la inmanencia de la seducción para entrar en otro juego? ¿Cuándo entramos en el orden del erotismo? Decía Bataille que “el erotismo es la aprobación de la vida hasta en la muerte”: disolución de la discontinuidad, pasión por lo imposible. Transgresión que pasa siempre por la mirada, por el ojo. El terreno del erotismo es el terreno de la violencia (del potlach y de su resto, la “parte maldita”). Eso es precisamente Sade: el límite sólo se da para ser excedido. Eso es “Saló”. Allí, la belleza es deseada sólo para ensuciarla. ¿Por qué nos gustan las mujeres bellas? Porque deseamos profanar su belleza. La fealdad no puede ser profanada. De ahí la fantasía sadeana fundamental: la fantasía de un otro, del cuerpo de la víctima, que puede torturarse indefinidamente y mágicamente retener su belleza.

Por eso el erotismo desnuda (es como dar la muerte a través de un ritual orgiástico). Al contrario, la seducción pone un velo, es permanecer en la inmanencia del deseo (deseo como deseo de deseo; lo que deseamos es el hecho mismo de desear). Por eso el amor es ignorancia del deseo. Y por eso la seducción no tiene nada que ver con el placer.

Todo esto no deja de ser perverso. Es como “Saló”. En la perversión, la sexualidad se transforma en un objeto directo de nuestro discurso, pero el precio que pagamos por ello es la desexualización de nuestra actitud hacia la sexualidad: la sexualidad adviene un objeto desexualizado entre otros. Con ello, lo que se pierde es la posibilidad de una aproximación a la sexualidad que sea sexualizada. ¿Es posible hablar sexualmente del sexo?. Lo siento, pero no dejo de contradecirme.

Cuando un gato camina es como si bailara tango. Misógino aprendiz de seductor, de la gestualidad de gato, del tango, del ronroneo. Puro delirium tremens. Y es que la sexualidad, el erotismo y la seducción están siempre más allá o más acá…ahí donde ahora estás tú, o lo que es “en ti más que tú”.

Álvaro

domingo, 1 de abril de 2007

Un mail desde Corea del Sur (25/03/07)

Acabo de llegar de Seoul, la capital de Corea del Sur. Es una ciudad muy grande. Moverse de un lugar a otro en Metro tomaba como 1,5 horas porque las distancias son enormes. Hay una inmensidad de líneas, millones de conexiones. Hay que andar con un mapa para entenderlas. Nos fuimos en el tren bala de Daejeon a Seoul, se demoró 49 minutos andando a más de 200 Km por hora. No se siente la velocidad. Seoul es una ciudad que en su zona central tiene 15 millones de habitantes (todo Chile, así de simple), y si consideramos todo el Gran Seoul, son 27 millones. Increíble, ¿no?...
Cuando llegamos dejamos nuestras cosas en los lockets de una estación de Metro, y tomamos un taxi para llegar al estadio de fútbol. Es un estadio nuevo, muy lindo, construido para el mundial Korea-Japan del 2002. Cuando llegamos había una persona Coreana especialmente esperándonos, pues nosotros íbamos de parte de la embajada de Chile en Corea. Nos hicieron pasar por donde salen los jugadores a la cancha y nos sentaron en la zona VIP. Nos encontramos con otros Chilenos (4 + un Coreano-Chileno que vivió 15 años en Chile, se casó con una chilena y tuvo un restaurant en Patronato). Nos juntamos con los Chilenos que estaban al lado de los asientos VIP y nos pasamos con ellos para gritar juntos.
Cantamos dale Chile, vamos Chile, Chi chi chi lelele, etc. Éramos una barra chica pero bulliciosa. Celebramos los goles y movíamos la bandera. Ganamos ese partido con Polonia. Al final del partido los jugadores nos tiraron una camiseta, que recibió uno de los chilenos que encontramos allá. Después los organizadores nos dejaron pasar a los camarines y estuvimos con los jugadores, nos abrazaron y nos agradecieron que los apoyáramos en un lugar tan lejano. Fue súper fraternal y conversamos harto con los entrenadores y los DT. Nos pidieron que los siguiéramos apoyando y que si teníamos contacto con chilenos en Tokio (Japón), les avisáramos que la selección llega allá el miércoles. Gonzalo envió un mail al Seba que conoce a varios chilenos que están en Tokio para armar una barra. Después nos fuimos a la casa de una chilena que estudia en la Universidad de Seoul y nos comimos unos panes con pollo frito y nos tomamos una botella de vino.

El sábado fue un día de lluvia intermitente en Seoul, pero salimos a recorrer. Terminé con los pies y piernas en las manos de tanto caminar y conocer. Fuimos a la ex-cárcel de prisioneros coreanos que tenían los japoneses, cuando éstos invadieron Corea y la mantuvieron dominada desde 1910 hasta 1945, fecha en la cual Japón fue derrotado por los aliados en la Segunda Mundial despu'es de tirarles las dos bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Aprendí mucho de ese período de la historia de Corea. La cárcel es un museo muy bien pensado. Conocí imágenes, fotos, recreaciones, las celdas donde estaban los prisioneros, los tribunales internos, las salas de tortura, etc. Ambientan todo de manera muy real, y son muy crudos para mostrar todo tal cual fue, con imágenes con muñecos muy reales aplicando distintos tipos de torturas muy brutales. Si eso fue verdad, los japoneses fueron muy brutales. No por nada después de la segunda guerra mundial a Japón le obligaron a eliminar su ejército, pues fueron mucho más crueles que los Alemanes en algunos aspectos. Ahora Corea del Norte le está dando una excusa a Japón para refundar su ejército.

Al museo pueden pasar niños y adultos, y a los niños les permiten ver todo eso y se lo muestran tal cual, y explícitamente les dicen que es para que no se pierda la memoria de tus antepasados patriotas que lucharon por la independencia de la dominación Japonesa. Aquí todo eso está muy vivo en los Coreanos. Es un pueblo que ha sufrido guerras injustas e invasiones, pues su ubicación como península es estratégica en el área. Los Japoneses querían usar la Península como plataforma para seguir con China. Por otros lados también tuvieron pueblos dominados mucho tiempo. Imagínense, Japón es una isla, pero tenía ese nivel de ambición expansionista…puede que sea por lo mismo, es decir, ser isla.

Estuve dentro de las celdas, me senté en el suelo y cerré los ojos. Traté de respirar la historia. Me metí dentro de unos cajones verticales en que apenas cabía, donde a los prisioneros los tenían varios días encerrados. Debió haber sido espeluznante estar así, con los huesos prácticamente doblados. También ví las cámaras de tortura y las recreaciones con muñecos: latigazos, estiramientos del cuerpo, descargas eléctricas, abusos sexuales a las mujeres, clavos en la piel, filos entremedio de las uñas, cuerpos colgados de cabeza con agua hirviendo entrándoles en las narices y la boca, ahogamientos en el agua. Ví los sistemas de ahorcamiento (incluso me senté en una silla frente a un tribunal japonés simulado, y pude sentir como se abría el piso unos centímetros cuando los ahorcaban), entre otras muchas cosas. Sentí la humedad y el frío de los viejos pasillos con las celdas (que ni siquiera tenían baño). Fue muy interesante conocer ese sitio histórico con demostraciones tan reales. Los niños van a ahí a hacer sus tareas de historia...creo que es una manera de aprender historia.
Todo esto también pasó en Chile con Pinochet, pero nuestro pueblo parece ser un poco hipócrita pues no se atreve a mostrar esto para que exista memoria y con ello historia. Ojalá en el futuro reconozcamos nuestra brutal realidad también.
Quizás por todas estas razones este es un pueblo que trabaja incansablemente (bueno también porque tienen raíces confucionistas y budistas). Los niños de enseñanza media van a la escuela desde las 7.30 AM hasta las 10.30 PM. Es verdad, yo sé que no me creen pero es así. Pero es peor aún, incluso van los domingos. Ahora entiendo por qué está institucionalizado acá en el laboratorio donde trabajo quedarse hasta la madrugada...es porque para ellos es normal, y después en sus trabajos seguirá siendo así. Si los coreanos además de honrados, cívicos y trabajadores fueran líderes, serían un pueblo muy fuerte en el planeta. Yo creo que eso es algo que les falta, pues son tímidos. Este país luego de abrir su economía se demoró sólo 16 años en ser desarrollado. Increíble.
La vieja Europa tiene sus días contados. Con ese sistema de trabajo en que la jornada laboral es cortísima, con un sistema de protección social que consume todo, con una población viejísima que no se renueva y con la pérdida de competitividad en la ciencia y la tecnología, yo creo que no va a ser capaz de seguir el ritmo de estos países asiáticos, pues hoy la economía es global, y Europa puede que quede atrás. Estados Unidos de a poco irá perdiendo su liderazgo. China crece al 10% anual desde hace 15 años, tiene una población enorme, está obligando a todo el mundo a aprender su idioma, tiene una mano de obra baratísima, cada vez se vuelve más competitiva en todo, está armando un ejército poderoso. A ese ritmo USA no la va a alcanzar. Siento que Latinoamérica está más que condenada, y me duele mucho pues el futuro no lo veo muy promisorio para varios hermanos latinos. Tal vez Chile puede ser la excepción, pero lamentablemente como país exportador de materias primas (China con gusto nos va a comprar todo el cobre y alimentos para su población.). Varios nichos en los cuales debimos habernos metido ya están copados con los Chinos. En tecnología estamos años luz atrás para formar capital humano, no fuimos lo suficientemente rápidos para innovar y partir nosotros primero. La región está bastante inestable, no todas las economías se abren, algunos países son espanta capitales y somos mandados a hacer para destruir y volver a construir. Ya no somos mano de obra tan barata como se piensa, pues India, otro líder en el futuro junto con China, es más barata que nosotros, y más calificada. Europa del Este, la nueva Europa, esos países que surgieron y se consolidaron con el desmembramiento de las Repúblicas Socialistas Soviéticas están ganando más y más competitividad. Me refiero a Polonia, República Checa, Hungría, Rumania, Eslovaquia y varios otros. Además tienen la estabilidad que les da el pertenecer (algunos) a la comunidad Europea. Por ejemplo, un chileno en esos países con lo que gana en Chile de más vive, pues la mano de obra es casi más barata que en Chile...y más calificada. Son pueblos cultos que como ahora abrieron sus economías después de la época comunista, están lo suficientemente calificados para hacer mejor las cosas. Hace tiempo han venido invirtiendo fuerte en educación, principalmente de ingenierías, ciencia y tecnología. Ahora son los que captan todos los capitales de las inversiones de los países fuertes de Europa Central y del Norte como Alemania y Francia. A ello se suma que los costos de transporte son menores pues están al lado. Estos países nos quitaron prosperidad, pues simplemente captaron los capitales que nos podrían haber correspondido y lo seguirán haciendo. Siempre se habla que Chile siga modelos de países como Irlanda, Finlandia, Nueva Zelandia, etc., pero no hacemos nada serio. De todos modos nuestra realidad es distinta, pues Irlanda tuvo apoyo de la Comunidad Europea, y tenía otra ventaja, habla inglés. Nosotros recién ahora estamos empezando a enseñarles a las nuevas generaciones inglés, pero deberíamos enseñarles también Chino, eso es por lo mínimo si realmente queremos prosperar. Yo estoy claro que ese es el siguiente idioma que tendré que aprender, porque quiéralo o no, tendré que tratar con los Chinos en el futuro por ABC motivos relacionados con el país. No es muy grato relacionarse con ellos, pero esa es la realidad.
Todo esto me hace reflexionar, qué ser en el concierto mundial, cómo plantearse si queremos ser lo que decimos que queremos ser (un país desarrollado), pues eso si los señores políticos no se han dado cuenta o no han tenido la gentileza de confesarlo al pueblo, significa hipotecar vida, hipotecar sensaciones, hipotecar costumbres, cuotas de felicidad, etc., pues el trabajo no siempre nos ha venido bien, y dada las cosas, eso es necesario para empezar a conversar. Bueno, reflexioné caleta después de la cárcel como han podido ver...en la cárcel hay tiempo para eso, jajaja.
Después del museo fui a la plaza de la Independencia, y estuve en la pagoda donde se declaró. Ví unas construcciones de la época real, que eran del año 1400 aprox. Pasamos a almorzar por ahí y luego fui a un paseo donde venden artesanía y arte Coreano; hay cosas hermosas y muy originales para nosotros. Entré a un templo budista y estuve un rato adentro relajándome. Es uno de los pocos templos que no está en una montaña y al lado de un río.

Después siguió en largo tour en el Metro para el regreso. En la noche comimos unos panes con pollo frito de nuevo y unas cervezas. Compramos unas papas fritas y sintonizamos a través de Internet un canal Chino que estaba transmitiendo el partido de la selección chilena contra Brasil en Suecia (en Göteborg). Lamentablemente como sabrán perdimos 4 a cero...yo me quedé dormido después del penal, jajaja.

Hoy domingo fuimos de nuevo al estadio a ver Chile-Gambia; ganamos dos uno. Estuve con el embajador y el Cónsul de Chile. En el entretiempo nos invitaron a pasar al salón VIP, donde tomamos café, conversamos y comimos cosas ricas que colocan para los diplomáticos...y todo gratis, jajaja. Al final el embajador nos invitó a pasar con él a la cancha y saludamos a los jugadores por su triunfo.

La selección sub 20 ganó dos cero a Polonia y dos uno a Gambia, así que es favorito. Va a disputar la final del campeonato con el equipo de Corea este martes (yo no puedo ir). Estuvo emocionante. Canté la canción nacional y grité por Chile...

Llegué hace poco y me vine al laboratorio a trabajar pues tengo muchas muchas cosas que hacer esta semana....

Les deseo una muy buena semana y que estén muy bien…los echo de menos, los quiero mucho…

Besos y abrazos,

Ángel

¿Política sin política?

Hace un par de días mi amigo Camilo Sémbler me pidió comentar el esbozo de su proyecto de tesis de Sociología. Me temo que tal tarea me supera en la medida en que mi cabeza está disparando para otros lados. Sin embargo, un artículo aparecido el día de hoy en la sección Economía y Negocios de El Mercurio me conduce a decir un par de cosas que no escapan –me imagino- a las pretensiones de Camilo. Por cierto, quizás mi hermano Ángel tenga más cosas que decir que yo al respecto (le tiro la pelota).

En su tesis Camilo pretende abordar problemas atingentes al proceso de reordenamiento histórico de las sociedades contemporáneas y su impacto en la autocomprensión de las mismas (donde saltan a la vista –cómo no- nombres rimbombantes tales como “sociedad de la información”, “sociedad del conocimiento”, etc.). Lo que caracterizaría a los diversos análisis sobre el tema es que se acentúan las transformaciones económicas y culturales, olvidando –o derechamente desechando- la esfera política: en los diagnósticos contemporáneos la esfera política aparece como una dimensión en proceso de desarticulación (como si su participación en el reordenamiento histórico fuera insignificante).

Según entiendo, en su intento por descentrar el concepto de lo político, Camilo define “la” política como expresión institucional de la trama siempre conflictiva de relaciones de poder entre actores sociales en un determinado momento histórico, siendo este campo el espacio de construcción de las estructuras y prácticas sociales. De modo que con aquella definición se hace hincapié en el carácter antagónico –y por qué no, agónico- de la constitución de orientaciones normativas de lo social. Claro, no se espera menos de un marxista como Camilo.

Pues bien, entendidas así las cosas, la pregunta por “lo” político vendría a ser la pregunta por las condiciones antagónicas mediante las cuales los actores sociales buscan articular la esfera privada (subjetividades, identidades, etc.) y la esfera pública (que se traduce en una suerte de “voluntad general”). Dicho de otro modo, la pregunta por lo político es la pregunta por las condiciones de posibilidad de lo social en tanto orden vinculante.

Pero qué tiene que ver la demanda de Camilo (a la que difícilmente responderé) con que mi cabeza desorientada por estos días haya dado con el artículo de un diario que, según dicen las malas lenguas, miente. Yo creo que poco y mucho. Poco, por cuanto no se pone en juego la autocomprensión de las sociedades, ni mucho menos la pregunta por lo político. Mucho, por cuanto deja entrever el paradigma de la política actual. El artículo de El Mercurio al que me refiero lleva por título “Bachelet se inclina por el ‘alma’ liberal de la Concertación y fortalece liderazgo de Velasco”. Sugerente título (¿quién iba a pensar que una coalición política como la Concertación tiene alma?...Lo de liberal no es sorpresa para nadie). En tal artículo se hace notar que finalmente el gobierno de Bachelet optó por una orientación que favorece el crecimiento económico por sobre una orientación distributiva. Con este giro liberal el gobierno no sólo confirma sus prioridades sino que al mismo tiempo demuestra su posición respecto al modo como se entiende la resolución de conflictos y la tarea política misma.

En efecto, la nueva conformación del gabinete ministerial muestra una orientación liberal, pero por sobre todo técnica. Es cosa de tirar nombres: Velasco, Ferreiro, Cortázar, Tokman, Bitran, entre otros. Y así suma y sigue. Cabe destacar que varios de ellos pertenecen al “think tank” Expansiva (el nuevo partido político que no es ni partido….¿ni político?). Pero estos nombramientos dejan ver también otra cosa: los problemas políticos se solucionan como problemas técnicos…¿y cómo? Bueno, con más técnicos.

No en pocas ocasiones nuestro pintoso ministro de Hacienda Andrés Velasco (que hoy más que nunca está blindado por personajes de su confianza) ha sostenido que consideraciones políticas entorpecen propuestas técnicas: la cosa es ser efectivo y solucionar problemas, no divagar (como la vieja pretensión del kantismo de separar juicios analíticos y juicios de valor….¡¿pero es que acaso eso no es también un juicio de valor?!). No puedo sentir más que simpatía por la gente intelectualmente capaz….y ciertamente Velasco lo es (nadie pone en duda su capacidad como economista), pero eso no se traduce necesariamente en que escapa a la ingenuidad tecnócrata. Tal vez el viejo zorro socialista José Antonio Viera-Gallo (a quien Bourdieu lo hubiera nombrado arquetipo encarnado del capital social y simbólico…aunque le falte la elegancia de un Gabriel Valdés) escape a este perfil, pero nadie nos asegura -y menos aún como están dadas las cosas hoy- que va a tomar las riendas dentro del concierto bacheletista (si es que se puede hablar de bacheletismo hoy por hoy).

Estamos ante un nuevo tipo de positivismo, señores. El neopositivismo en política: política que se pretende apolítica. ¿Cómo? En la época del café descafeinado, del azúcar desazucarada y del copete sin alcohol no podía faltar la oferta de un nuevo producto: la política sin política (el modelo de gestión). Y ese producto vende, les aseguro que vende (si no, pregúntenle a mi hermano Ángel). Creo que detrás de este neopositivismo en política lo que se esconde es un temor al fantasma de la ideología. Los nuevos positivistas creen ser a-ideológicos, por lo tanto, proponen soluciones a-ideológicas. ¿Pero no es este “más allá de la ideología” el gesto ideológico por excelencia? En otras palabras, la pretensión a-ideológica de la política contemporánea (que cree solucionar problemas técnicos con más técnicos…el modelo de gestión) es pura ideología o ideología pura. Valga por ahora –sólo por ahora- la definición del viejo Marx –que no por viejo ya no sirve- de ideología, es decir, la ideología como “falsa conciencia”. ¡El neopositivismo en política es pura falsa conciencia!.

Y es que los técnicos siempre han padecido de un serio problema: creen que la técnica es en sí misma neutral. Nada más ideológico –falsa conciencia- que eso. Los políticos neopositivistas no se dan cuenta de que la técnica supone ya de por sí una cierta “imagen del mundo”. No hace falta leer a Heidegger (o a Marcuse para los más marxistoides…pero eso ya es mucho pedir para el “alma liberal”) para ser conciente de ello. Salvo algunas pocas excepciones dentro de la Concertación, los neopositivistas políticos pecan de ingenuidad. Habría que ir a buscar al partido tecnócrata por excelencia de la Concertación (sin duda el PPD) algunas excepciones: Sergio Bitar y Fernando Flores. No dudo que Bitar sabe perfectamente bien de lo que se trata (ojo, que no es nada menos que un probable presidenciable). Por su parte, Fernando Flores (cosa rara, un neopositivista político que ha leído a Heidegger….bien o mal, no importa, por lo menos lo ha leído) se hace el loco: sabe, pero hace como si no. Como diría Peter Sloterdijk, Ferdando Flores es un perfecto representante de la “razón cínica” (ojo, probablemente ya no es un presidenciable). Claro, de otra forma no podría ir vendiendo de empresa en empresa su paquetito de software.

Un ejemplo al canto: el Transantiago, en sí mismo un problema técnico, un problema de gestión, ha hecho visible las grietas al interior del gobierno de Bachelet: una falta de definición ideológica; en suma, una falta de proyecto político. De otra forma no se explica un cambio de gabinete en un gobierno que no lleva tanto tiempo en el poder. Hay allí un problema de afianzamiento, y eso pasa cuando el norte no está claro. El Transantiago es más que un problema técnico: da cuenta de una crisis política. ¿Quién dijo que la técnica era neutral?

En fin, el panorama pareciera ser el siguiente:

1. Tanto los diagnósticos contemporáneos que sostienen una despedida de la dimensión política de lo social, como las orientaciones políticas del gobierno de la Concertación (como otros gobiernos en el contexto mundial) que son una suerte de reflejo de lo mismo, no logran dar cuenta del fundamento normativo que hace posible la existencia de lo social (ni mucho menos del nudo ideológico que lo sostiene). En tal sentido, no logran dar cuenta de las condiciones de lo político. Así pues, en tales condiciones es imposible plantear y afianzar un proyecto político.

2. Al inclinarse por un “alma liberal” (lo que no es malo en sí mismo -que me perdone Camilo) de orientación tecnócrata, el gobierno de Bachelet no visualiza un concepto de lo político en tanto articulación entre esfera pública y privada, dado que tal orientación (la mera “gestión”) no asume la necesidad de constitución de un espacio público de deliberación colectiva. Al menos eso yo no lo he visto ni aquí ni en la quebrada del ají. Como diría Marcuse (y Camilo seguramente lo compartiría), termina por darse el fenómeno de “cierre del universo discursivo”. ¿A eso hoy lo llamamos “democracia”?.

Tal vez Camilo piense que una salida analítica posible viene dada por la noción de “hegemonía” (nada raro en un joven marxista gramsciano), en la medida en que permite una interpretación comprensiva del poder asumiendo al lazo social atravesado por el antagonismo. Ciertamente, la noción de hegemonía permite visualizar lo político como espacio de disputa en la construcción e instalación de una determinada “concepción del mundo” (o “weltanschauung” para los más siúticos) en tanto que orientación dominante de las estructuras y prácticas sociales. Pero no es suficiente -al menos en lo que se refiere a las “políticas públicas” (resalto lo ‘político’ y lo ‘público’ del concepto). Recordemos que el retorno a la democracia en Chile estuvo cargado de un discurso en términos de hegemonía, donde nociones tales como “bloque histórico” (o “intelectual orgánico”) aparecían en el discurso político de los ideólogos de la transición. Y ya vemos que aún así el devenir político de la Concertación nos muestra que la cosa es muy distinta. Ha pasado mucha agua bajo el puente. La pregunta sería: ¿acaso hay que volver a los orígenes del discurso político de la Concertación, en donde nociones tales como “hegemonía” adquirían sentido? ¿o se hace necesario fundan un proyecto político alternativo donde se asuma que los contenidos de la esfera pública -entre ellos la determinación de identidades sociales- son expresión de relaciones hegemónicas que instituyen orientaciones normativas específicas en la sociedad?.

Pero…¿es tan simple el asunto?. Ante esto, yo sólo menciono un hecho sugerente: al preguntársele a un alto funcionario del gobierno chino por el éxito de la economía china en el contexto mundial este contestó: el éxito chino se debe en parte a que se han dejado de lado viejas interpretaciones que asumían el subdesarrollo como consecuencia inevitable del capitalismo transnacional, lo cual era una de las tesis básicas de la teoría de la dependencia; el éxito chino se debe a que China asume que su situación depende de sí misma y no delega responsabilidades demonizando al capitalismo. En el fondo, y dicho sin rodeos, aquel funcionario chino hizo notar que el éxito de su economía se debe a que abandonaron el marxismo.

Concedo que la analogía es confusa, pero sirve para ilustrar una pregunta: más allá de la cuestión del desarrollo –porque ciertamente se trata de la autocomprensión de las sociedades que subyace a lo político, y viceversa- ¿emprender un proyecto político consistente que asuma la condición ideológica de toda decisión y de las mismas orientaciones normativas que hacen posible el lazo social, un proyecto político que se haga cargo de la articulación de un espacio público de deliberación colectiva, requiere necesariamente pensar lo político y el poder en términos de hegemonía? ¿ganamos algo con ello?. Por supuesto que ayuda a pensar la política y a escapar al neopositivismo en política, pero, repito, ha pasado mucha agua bajo el puente.

Con todo, el problema no queda para nada más claro. Ya he dicho que la discusión me supera dado que mi cabeza está disparando para otros lados (y no se crea que en cuestiones elevadas de índole teórica, sino que más bien ridículamente triviales). Pido disculpas por los saltos lógicos, las conclusiones no desarrolladas y la falta de rigurosidad, pero no es posible en esta plataforma hacer más. Además –y esto es la pura verdad- es una noche de sábado y mi polola me está esperando para salir. ¡Salud!

Álvaro